Tuesday, September 16, 2008

Decisiones complejas y reflexión

Voy a ver si me sale plasmar acá un monólogo recurrente, que sale de tanto en tanto en mi vida, así que prepárense para algo largo y tedioso, and mates, remember to go to the loo.

Todo comienza, en general, con una visita al médico. Aquellos que me conocen saben que no soy de ir muy asíduamente, y siempre que voy se me plantea una misma duda existencial:

(I wish I had latex here...)
1) Existe A, tal que A pertencece a nuestra sociedad Y A es boludo.
2) Existe B, tal que B pertenece a nuestra sociedad Y B es médico.
Como verán, en el conjunto de permutaciones posibles y dado que no se forman conjuntos disjuntos, tenemos que A y B pueden ser iguales en muchos casos.

Entonces, llegás al médico y te encontrás con un tipo que no hace bien su trabajo, como uno no es médico no tiene herramientas para juzgarlo a priori, así que todo el conocimiento que podemos tener es siempre a posteriori. De todas maneras esto no tiene nada que ver con que no me guste ir al médico.

A qué viene todo esto? a que en la ecuación falta un gris que está dado justamente por la monotonía de las decisiones complejas.

Exhibit A:

Ayer tuve un día malo y las cosas no venían demasiado bien tampoco, así que luego del trabajo en vez de irme directo a casa me fui a dar unas vueltas en bici por ahí (nótese que voy a trabajar en bici). En total hice alredeor de 35 km. bastante intensivos, mucha velocidad, saltos y maniobras. Alrededor de la mitad del entrenamiento me comienza a molestar la rodilla derecha. Cuando llego a casa y se me enfrían las piernas el dolor en la rodilla se hace más intenso y la siento "rara", como que si no hiciera mucha fuerza con los músculos para mantenerla en su lugar, se iría para cualquier lado, efecto "flancito". Hoy me siguió molestando y decidí ir a que me saquen una radiografía porque ya me había pasado antes con la rodilla izquierda y resultó estar esguinzada, con el ligamento casi roto. Después del trabajo fui hasta el Sanatorio Mater Dei (amén) donde *no* me pude atender porque no encontré lugar para estacionar. Tenía que ir a Renault Minuto para cambiar el filtro de aire del auto así que después me crucé enfrente donde está el Sanatorio Güemes, maaaaaala decisión, es un pésimo lugar. Omitiendo el mal rato que me hicieron pasar los muchachos de seguridad por estar entrando una laptop al edificio, me atiende un traumatólogo que me dice "Qué te pasa?" con cara de pocos amigos, y se da la siguiente conversación muy poco amena:
Traumatólogo: Qué te pasa?
Juan: Me duele la rodilla, ayer hice un mal movimiento y ... (historia de lo sucedido con la bicicleta)
T: No debe ser nada.
J: Pero me duele, me podés sacar una placa?
T: No, la radiografía no te dice nada.
J: Ehm, sí dice, al menos así supieron qué tenía cuando me esguincé la rodilla izquierda.
T: A ver, sentate en la camilla. Ahí te duele?
J: No
T: Ahí te duele?
J: Si!!!
...
J: Sacame una placa.
T: No.
J: Firmame en algún lado que está todo bien.
T: Ok, te lo cargo en la ficha "Rodilla estable". Tomate un analgésico y listo.
J: Portazo.


Analicemos el caso, como bien dijimos antes el tipo puede ser un boludo, en cuyo caso encontramos la solución. Otra solución trivial posible es que el boludo sea yo, pidiendo algo que no tiene sentido, pero dado que ya me había pasado lo mismo antes, algo se sentido tiene.

Entonces? qué pasó? El médico tuvo que tomar una decisión compleja pero monótona, en la mayoría de los casos no pasa nada y la decisión tomada es buena. Si me tomo un analgésico y me quedo tranqui va a estar todo bien; aunque hay un par de variables que parecen habérsele escapado al muchacho, a saber:

1) Soy chueco y mi rodilla tiende a irse de lado a lado estirando los ligamentos en un movimiento antinatural.
2) Estaba pensando en volver a entrenar Kung Fu en el corto plazo.

Por lo tanto si mañana voy a un entrenamiento y a la mitad de la clase, con los músculos cansados tengo que hacer un salto, digamos, cayendo desde una altura de 30 cm (seamos buenos) con unos 80 kg acelerados a 10m/s2, todo sobre los ligamentos de mi pobre rodilla derecha, no cabe ninguna duda de que se rome feo.

Ahí el muchacho estaría en problemas, tal vez no tan graves debido a la justicia Argentina, pero problemas al fin.

Por qué no me sacó la placa? tal vez por política del sanatorio, recordemos que estuvo en quiebra hace algunos años y jamás logró recuperarse. Ahora, el tipo este arriesga su ética profesional por una placa de rayos X?

Como ejercicio, siempre extrapolo estos casos a mi vida, como para ver qué se siente. Si en mi trabajo cometo un error así pueden pasar dos cosas, que un colega lo note antes de que sea demasiado tarde o que alguien termine perdiendo plata. En el primer caso mi calidad como profesional se ve afectada, en el segundo no sólo eso sino que alguien va a estar muy enojado dependiendo la cantidad de dinero en juego. De este razonamiento sale mi conocida frase de frustación: "Pero flaco, te das cuenta de lo que estás haciendo?? A mi por menos que esto me despiden en mi trabajo!"

Dónde quedan la ética profesional, los valores y el amor propio cuando empezamos a descuidar decisiones complejas por el hecho mínimo de que sean monótonas?. Bueno, en general en el mismo lugar, por la falta de reflexión. Si uno no reflexiona la calidad de lo que uno hace baja sin notarlo. En el caso de los médicos esto se ve muy bien por el tremendo impacto de sus decisiones sobre la vida de la gente, ya que las necesidades que tratan son bastante básicas.

Cuando hago una entrevista de trabajo siempre valoro mucho la capacidad reflexiva, opinar sobre uno mismo, sus acciones y reacciones, una frase típica es "Contame algo que hayas hecho y te haya salido muy mal, cómo te diste cuenta, cómo lo arreglaste y por qué no te pasa más o te sigue pasando".

El boludo carece de capacidad reflexiva, aunque el recíproco no es verdadero. Muchas veces, y este es el gris que me preocupa, la gente pierde interés (o nunca lo tuvo) en lo que hace y eso no está bueno a nivel personal ni social.

Así que este post termina siendo un llamado al ejercicio de la reflexión diaria, sobre decisiones importantes, para nosotros y para otros. A mirar el mundo con otras lentes, pensar escenarios donde estamos en lo correcto y donde nos equivocamos y tratar de asociar esas simulaciones a lo que termina sucediendo en la realidad más objetiva que podamos conseguir.

Nadie es perfecto, y eso es genial porque significa que siempre podemos mejorar, pero no hay que ser un freak de la perfección para mantener siempre un nivel decente de calidad y ser felices con ello.

Seguiría un rato largo, pero me tengo que ir, se salvaron, por ahora.

2 comments:

Carolain said...

Hm, el Güemes.. A un conocido lo dejaron irse de esa guardia caminando con un tobillo fracturado. Not the best professionals, there.

Interesante ese pedido para una entrevista. Off the top of my head, no sé qué contaría.

Maru said...

Mirá vos: a mi me atendieron muchas "lipotimias" que resultaron ser epilepsia... Y es cierto, cuando uno deja de reflexionar y/o pierde el interés en lo que hace, la calidad baja. El resultado no es el mismo.